viernes, 2 de septiembre de 2011

Diario de una artrítica en rehabilitación.

Cada día que pasa, la sala de rehabilitación se me parece mas a un laboratorio donde experimentan con personas que a un centro hospitalario. En Primer lugar: ¿ Por qué coño esta en un suburvio rodeado de naves industriales? No sé ponlo al lado de un parque, que por lo menos cuando salgas no te coges una depresión, digo yo. En fin, que cuando entras al centro, que por cierto parece un puto garaje, hay una tía en la recepción, que se parece a la mujer del anuncio Kalia oxiation y te habla con voz en plan robot y te dice " Espere que dentro de poco pasa al gimnasio, si quiere puede sentarse en las sillas ". Em, una pregunta así tonta, ¿Dónde te pensabas que me iba a sentar si no? ¿ En el suelo? En fin, que después de diez minutos escuchando música cutre de ambiente y viendo la novela de las 4 en una tele minuscula que hay en la pared, te llaman y entras al gimnasio. Por supuesto, si es un gimnasio te imaginas un sitio super amplio lleno de aparatos y barras para hacer ejercicios y demás. Pero no, entras y hay cientos de viejitos artríticos ( si, yo tambien tengo artritis) en camillas hablando con los fisioteraputas y diciendo " ay mi niña es que los bailes de ahora ya no son lo que eran antes". Aaah sií, los fisioterapeutas, esos que hablan y se rien con sus compañeros mientras te hacen los masajes y te clavan los aparatos en los tobillos como si te lo quisieran perforar. Pero eso no es lo peor, lo peor es cuando te dicen : " bueno siéntate aquí que ahora vengo a por ti" con tono malicioso y tú te quedas en plan ¿Qué coño me piensas hacer hija de puta?. Pues nada, otros diez minutos esperando en la silla mientras ves a las demás personas en sus respectivos aparatos de tortura ( todos personas mayores, creo que soy la única mas o menos joven) y por fin llega la fisioteraputa con unos electrodos raros que te los ponen en los pies y te dice con tono malicioso otra vez, "te hará unas pequeñas cosquillas" ¿Pequeñas cosquillas? Los cojones, eso son descargas eléctricas y encima tienes que estar con eso 15 minutos que se hacen eternos e insoportables. Pero bueno durante ese tiempo puedes hablar con las señoras mayores que se sientan a tu lado y te cuentan todo su arbol genealógico con detalles sobre las enfermedades de cada uno de su familia hasta que se hacen las cinco. ¡Y por fin, ya te puedes ir! ¡Hasta mañana si dios quiere y no me he suicidado!

4 comentarios:

  1. Sí, dado que simpre, bueno, casi siempre me pones algun que otro comentario cutre (Es broma, adoro que me comentes), voy a hacer yo lo mismo :D Muahaha :D
    Esto va en serio: me encanta como escribes. No puedo evitar imaginarte delante mío contandome como son tus insufribles visitas al centro de rehabilitación y entonces me sale una risa tonta :D Es muy ... ¿Cómo decirlo? Cómico. Pero tranquila, ya verás como al final te mejora el tobillo (espero) y ya no tienes que volver a esa tortura (aunque probablemente luego lo eches de menos).

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  2. jajajajaja gracias por comentarme carol!! pues no se si me mejorara, solo se que desde que empeze a ir me duele mas xDD pero bueno.. ya tendre un monton de dias para contarte como me va en rehabilitacion xD TE QUIEROO !

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  3. Jajaja Me he reído con tus sufrimientos.No me lo tomes a mal.
    Te comprendo perfectamente.He estado un par de veces en rehabilitación sin naves industriales al lado,pero con matasanos.
    Conozco los electrodos y las lámparas de calor y la cosa viscosa para los masajes. Allí la gente entraba como el ganado.Y lo peor es que los masajes no lo daban fisios sino auxiliares de enfermería,ahhhh.Lo descubrí y monté un pollo. Ya te digo,en zona centro de S/C.
    La próxima vez en vez de lámparas me voy a las Teresitas y en vez de electrodos me pongo dos móviles con vibrador.Lo de la cosa viscosa prefiero dejarlo correr...:)

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  4. Jajaja sí, buena idea, yo te acompaño. A mí las lámparas no me las han puesto, pero en la sala siempre hay una hilera de personas sentadas en las sillas con una lámpara de luz roja en la cabeza.. es un poco raro, la primera vez que lo vi, pensé que les estaban lavando el cerebro o algo...

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